Arden, pero menos. La imparable escalada que había alcanzado la quema de contenedores en Vitoria parece haber iniciado un pequeño pero progresivo descenso. Según los datos registrados por el Ayuntamiento, en el primer semestre del año los vándalos han calcinado 97 depósitos, 53 menos que en el mismo periodo de 2007.
Aún así la cifra, nada desdeñable, supone que cada dos días arde un contenedor en la capital alavesa, con el consiguiente coste económico para las arcas municipales, que ya llevan invertidos 126.100 euros en reponerlos.
«Es un dato positivo y que nos anima a seguir trabajando, pero no estoy satisfecho ni contento, ni mucho menos. Mi reto es que no se queme ninguno», recalcó el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully. Para lograr ese objetivo, volvió a hacer hincapié en su ya anunciada «mano firme del equipo de gobierno, que ya se ha notado en esta disminución». A ello se suma, según él, «el efecto disuasorio de las detenciones en los pasados meses de algunos pirómanos y otros menores, a los que se les abrió el atestado correspondiente y se les puso una sanción económica», reveló.
Entre las preferencias de los vándalos destacan los contenedores de papel y cartón, de los que ardieron 63, seguidos por los de envases y plásticos, 24, y los de basura, que fueron una decena.
Hacer «la gracia»
Si se analizan los datos por meses, marzo y junio son los más negativos, con 24 incidencias cada uno, mientras que mayo fue el más tranquilo, con nueve. También las actuaciones incendiarias parecen estar focalizadas en unos barrios más que en otros. Así, Zaramaga, con 28 y Judimendi-Santa Lucía, con 17, constituyen la cruz de la moneda, seguidas por algo más de una decena en la zona del centro y el Ensanche.
«Se nota que muchas de estas actuaciones se relacionan con el tiempo de ocio, como suele ocurrir con la celebración de San Juan en Judimendi. A menudo se deben a cuadrillas que se desplazan a los barrios y que tienen que hacer la gracia, pero no lo vamos a tolerar, porque su impacto económico no deja de ser algo que se paga entre todos», declaró Bully.
En ese sentido, el concejal socialista destacó la actuación de la Policía Municipal «que está priorizando estos actos vandálicos, aunque las detenciones en este campo son difíciles».
Y es que resulta complicado detectar un acto puntual -como que una persona eche una colilla dentro de un contenedor- a no ser que sea un hecho reiterado. Por ello, el edil socialista solicitó «la colaboración ciudadana».
El Correo Digital (España)
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